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Puntos de interés de la ciudad

Escenarios de cine

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    Un plató centenario

    Cada año, en Barcelona se realizan los rodajes parciales o íntegros de una multitud de largometrajes, telefilmes, series, documentales, cortometrajes, spots publicitarios... La cifra aumenta constantemente, aunque no es algo nuevo: ya en el tiempo de los orígenes del cine, Barcelona quedó retratada por los grandes pioneros del séptimo arte, que la escogieron para iniciarse en el camino de la gran pantalla. Uno de aquellos pioneros fue Fructuós Gelabert, que, siguiendo temáticas iniciadas en París por los Lumière, retrató para la posteridad la vida popular de Sants en películas como Salida del público de la iglesia parroquial de Santa María de Sants y Salida de los trabajadores de la España industrial, además de realizar en el año 1897 la histórica Pelea en un café, la primera película de ficción de la historia del cine catalán y español.

    Con la evolución de la industria, la ciudad ha sido cuna de prestigiosos cineastas y se ha identificado con grupos como el que formó la Escuela de Barcelona en los años sesenta, época en la que Hollywood se fijó en la ciudad como escenario y se rodaron escenas de grandes producciones. Si en el año 1964 John Wayne entraba en barco por el Port Vell en El fabuloso mundo del circo, acompañado por Claudia Cardinale, en 1965 Orson Welles, en Campanadas a medianoche, transformaba el Castillo de Montjuïc en el palacio del rey inglés Enric V. Welles volvió en 1976 para rodar como actor, junto a Faye Dunaway y Max von Sydow, escenas de El viaje de los malditos en un puerto transformado en el de Hamburgo. Pero entre los rodajes internacionales de la época destaca el de The passenger (1975), en el que Michelangelo Antonioni, fascinado por la arquitectura de Gaudí, hizo que Jack Nicholson y Maria Schneider quedaran para siempre inmortalizados en escenarios de la ciudad.

    Con nombre propio

    Entre los autores de cine barceloneses que han utilizado la ciudad en la que nacieron como escenario, cabe destacar Ventura Pons, probablemente el director que más y mejor ha mostrado Barcelona al mundo. Con más de 25 películas, casi todas con contadas excepciones están ambientadas en la Ciudad Condal: desde la primera, Ocaña, retrato intermitente, con la Rambla como protagonista, hasta una de las últimas, Año de Gracia, donde el barrio de Gràcia comparte nombre y protagonismo con el personaje principal, pasando por un montón de títulos en los que L’Eixample y el resto de la ciudad se convierten en un universo con carácter propio.

    Otro célebre director barcelonés, de prestigio internacional, es el desaparecido Bigas Luna, que en 1978 retrató el Barrio Chino en la película Bilbao, aunque después optó por otros escenarios. Él fue el descubridor de dos actores españoles que han conseguido ser reconocidos internacionalmente: Penélope Cruz y Javier Bardem, que, a pesar de no ser barceloneses, tienen también un estrecho vínculo con la proyección cinematográfica de la ciudad. Penélope Cruz ha participado en dos de las producciones más importantes llevadas a cabo en Barcelona, y con la ciudad como protagonista: Todo sobre mi madre, de Pedro Almodóvar, y Vicky Cristina Barcelona,de Woody Allen, que le valió el premio Oscar del 2008 a la mejor actriz secundaria. En esta película también participó Bardem, y los dos actores compartieron protagonismo con Scarlett Johansson. Javier Bardem, además, se infiltró en una Barcelona suburbial de la mano del director mexicano Alejandro González Iñárritu, como protagonista de Biutiful, con la que consiguió ser nominado a los premios Oscar del 2011.

    Escenas y escenarios

    Barcelona también ha sido un destino escogido por directores europeos. El francés Cédric Klapisch, en Una casa de locos, recorrió la Barcelona de los estudiantes del programa Erasmus y la contempló desde el Park Güell. Y en Manuale d'amore 2, el italiano Giovanni Veronesi aprovechó las playas mediterráneas para tejer una comedia fresca.

    Entre los rodajes internacionales que más huella han dejado en la ciudad, hay que destacar el de la película El perfume: historia de un asesino, dirigida por el alemán Tom Tykwer y estrenada en el 2006, que transformó en la Francia del siglo XVIII numerosos rincones de Barcelona, como la plaza de Sant Felip Neri, la plaza de la Mercè, la calle de Ferran y el Poble Espanyol. Pero hay más escenarios, muchos más, y cada día se abre uno nuevo que perpetúa para siempre un rincón de la ciudad.