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Puntos de interés de la ciudad

Por los alrededores de las Glòries

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    Baluartes de un barrio orgulloso

    Junto a la rotonda de las Glòries, la Farinera del Clot es un verdadero hormiguero: decenas de talleres, cursos, conferencias, espectáculos y exposiciones convierten este centro cultural en un órgano vital del barrio y un punto de encuentro de los vecinos. Detrás, se extiende el parque del Clot, un amplio espacio verde ubicado en los terrenos de unos viejos talleres ferroviarios que todavía conservan elementos del antiguo recinto fabril.

    Esta zona mantiene muy viva la memoria de su pasado obrero y popular. Es allí donde se capta la fusión entre la Barcelona del futuro y la Barcelona de la Revolución Industrial, donde negocios multinacionales comparten coordenadas con fiestas tradicionales de barrio y donde edificios del siglo XXI rodean vestigios del pasado, como el pasaje de Robacols o la plaza del Mercat.

    Arte y arquitectura contemporáneos

    Al otro lado de la Diagonal, a la sombra de la modernísima Torre Agbar, diseñada por Jean Nouvel, se levanta “la grapadora”, nombre popular con el que los vecinos conocen el Diseño Hub Barcelona, un edificio atrevido creado específicamente para reunir y difundir todo lo que se trama en la ciudad en materia de diseño. Allí se pueden visitar las colecciones de artes decorativas del nuevo Museo del Diseño así como las exposiciones temporales y participar en las actividades que se organizan en torno a este fenómeno cultural fuertemente identificado con Barcelona.

    Una experiencia muy diferente es la que propone Can Framis, un museo relativamente pequeño y casi desconocido dedicado al arte contemporáneo. Para los no están acostumbrados, el museo ofrece visitas guiadas y actividades educativas que permiten a todo el mundo disfrutar y aprender el arte. El descubrimiento de Can Framis se completa con el mismo edificio, herencia del pasado industrial de este barrio, y con los jardines a su alrededor.

    Muy cerca, los Encants de Barcelona nos reservan una gran sorpresa. Solo el edificio vanguardista que aloja este mercado de pulgas ya merece la visita, especialmente su cubierta con espejos, que reflejan la luz. Dentro, perderse entre las paradas, repletas de objetos de segunda mano, ropa, muebles y todo lo que se pueda imaginar, es un auténtico placer.

    Una cita con los grandes

    Un poco más allá está el Auditorio, que se ha convertido en un lugar de referencia para los amantes de la música. Los conciertos y los ciclos musicales que se dan ahí destacan tanto por la calidad como por la variedad. El Auditorio, además, comparte edificio con el Museo de la Música, que expone instrumentos de todas las épocas y de los cinco continentes.

    Finalmente, el Teatro Nacional de Cataluña, situado justo al lado, podría ser la última parada de esta ruta poliédrica. Este edificio posmoderno con aires de templo grecorromano es la casa delteatro en mayúsculas de este país. Cada temporada, en el TNC se representan las obras maestras del teatro universal y las propuestas de los autores actuales más respetados; vale la pena comprobar su calidad.