Un pasado industrial

En Barcelona la revolución industrial pasó a ser especialmente importante a lo largo del siglo XIX y en torno a la industria textil. Al tratarse de una ciudad amurallada, las nuevas fábricas se instalaron en las villas próximas, como fue el caso de Sants. En este antiguo municipio independiente, que hoy en día es un barrio integrado en la ciudad, se instaló El Vapor Vell, considerada una de las primeras grandes fábricas modernas de Cataluña y que incluía el vapor como elemento innovador.

El edificio, propiedad de Güell, Ramis i Companyia, se empezó a construir en el año 1844, y dos años después inició su producción, dedicada al terciopelo. Llegó a convertirse en una de las fábricas más importantes del sector, ya que daba trabajo a miles de trabajadores, pero la crisis del sector algodonero del año 1889 comportó su cierre. Al año siguiente, Eusebi Güell, el hijo del fundador, trasladó la actividad a la Colònia Güell, en Santa Coloma de Cervelló.

Cultura en movimiento

Desde entonces, el edificio se destinó a numerosos usos. Uno de los más curiosos lo tuvo poco después del cierre como fábrica, cuando el pionero cineasta Fructuós Gelabert escogió el patio como escenario principal para rodar Riña en un café, considerada la primera película de ficción de España.

Posteriormente, pasó por muchas manos, desde la CNT durante la Guerra Civil hasta la compañía Rumasa en los años setenta, hasta que finalmente, a mediados de los años ochenta, lo adquirió el Ayuntamiento, que decidió convertir el complejo industrial en una biblioteca de barrio, que se inauguró oficialmente en el 2000.

Considerado monumento histórico y bien de interés cultural, el edificio que hoy en día acoge la moderna Biblioteca Vapor Vell continúa siendo un motor del barrio que fomenta y desarrolla la cultura en Sants. Se puede participar en charlas, clubes de lectura, conferencias, talleres y muchas más actividades que se llevan a cabo día a día en este espacio lleno de historia y memoria.