Buque insignia de la vanguardia catalana

La Casa Vilaró destaca por su modernidad. Aunque data del año 1929, un momento en que el modernismo todavía coleaba, el edificio introducía las nuevas tendencias constructivas del momento, que buscaban la funcionalidad por encima de todo y la eliminación de la decoración superflua. Atrás quedaban décadas de edificios opulentos, decoración cargada y materiales caros: el cemento armado y las estructuras metálicas eran los portavoces de la nueva etapa racionalista que llegaba al país procedente de Europa y los Estados Unidos.

Una estancia en la Casa Vaixell

Es posible alojarse en la Casa Vilaró: la casa, que conserva parte de la decoración y el mobiliario originales, se alquila a familias y empresas. El diseño se ha mantenido vigente casi cien años después de su construcción. En un entorno idílico (junto al Park Güell), destaca la magnífica terraza con vistas a toda Barcelona y al mar.