Más de un siglo educando a músicos

Siguiendo el modelo de otras ciudades europeas que tenían escuelas municipales de música, el Ayuntamiento de Barcelona impulsó la Escuela Municipal de Música para garantizar una enseñanza pública y rigurosa de los estudios musicales. Al mismo tiempo que nacía la escuela, se formaba también la orquesta municipal de la ciudad, que acabó incorporando a los alumnos formados en la Escuela de Música. Originariamente, la escuela se ubicó en la calle de Lledó, en el barrio Gòtic, y al cabo de una década se movió al majestuoso Castillo de los Tres Dragones, un edificio modernista en el parque de la Ciutadella que fue el café restaurante de la Exposición Universal de 1888.

En 1928, el centro se trasladó a la calle del Bruc, en uno de los chaflanes con la calle de València, su sede actual. El edificio, proyectado por el arquitecto municipal Antoni de Falguera, tiene dos torres en la fachada principal que conjugan los estilos modernista y novecentista, y en él pueden detectarse las influencias del arquitecto Puig i Cadafalch, maestro de Falguera. Forma parte del catálogo de edificios protegidos de la ciudad.

Primer conservatorio público de Cataluña

En 1944, un decreto del Gobierno español convirtió la Escuela Municipal de Música en Conservatorio Superior y funcionó como tal hasta principios del siglo XXI. Durante aquellos años fue el único centro público de Cataluña donde se impartían estudios superiores de música. En el 2000, se empezaron a impartir estudios musicales de grado medio y, desde el 2004, se llama Conservatorio Municipal de Música de Barcelona.