La construcción del hotel Rei Joan Carles I tuvo lugar en los terrenos de la Torre Melina, un antiguo caserón probablemente de origen medieval (siglo XII), cuyos últimos propietarios reformaron en 1875 y dejaron como se conocía en el año de su desaparición, en 1992. Del total de la finca, actualmente se conserva una gran parte de sus jardines de tipo romántico. La autoría se ha atribuido a Josep Fontserè Mestres, responsable del parque de la Ciutadella, aunque posteriormente fue reformado por Nicolau Rubió i Tudurí. De aquellos tiempos se conservan el estanque, la pajarera, la pérgola y los bancos decorados con la técnica del trencadís. También destacan unas palmeras y unos robles centenarios, además de un antiguo sistema de canalización de aguas hecho con piezas de cerámica. El espacio, llamado actualmente por su propietario The Garden, es de uso privativo de los clientes del hotel, aunque se puede visitar sin impedimentos.