El gran cepillo que colgaba de la fachada de la fábrica que los producía, en el número 2, se convirtió en el nombre oficial de la plaza en 1982. Anteriormente había sido la plaza de la Igualtat, la de Roque Barcia (hombre de izquierdas iniciador del movimiento cantonal), la de la Madre Vedruna y, más adelante, la plaza de Santa Joaquima de Vedruna. Pronto se convirtió en punto de encuentro de los vecinos. Desde 1909 es uno de los espacios de la fiesta mayor: primero, porque aquí se levantaba uno de los tradicionales entoldados y, actualmente, como calle engalanada.
Un poco más abajo se encuentra la plaza de Gato Pérez, que recuerda el lugar donde el cantautor argentino, gracienc de adopción, conoció a los gitanos de Gràcia en la Peña Curro Romero. Muy vinculado a la fiesta mayor, es el sitio donde descubrió la rumba catalana. Gato Pérez convirtió la rumba en el centro de su actividad musical, lo que le permitió vivir los momentos de mayor prestigio y reconocimiento de su carrera. La plaza cuenta con tres tipos diferentes de pavimento, que recuerdan la silueta de una guitarra: adoquín de color rojo, piezas de granito y baldosa de hormigón prefabricado.