Situada al pie del viejo camino de Santa Eulàlia, que unía Sant Andreu con el pueblo de Horta, la masía también conocida como Can Pere Valent podría haber sido construida en el siglo XVII y tiene una estructura clásica, aunque podemos apreciar que la nave o el cuerpo de la izquierda es más ancho que el de la derecha. Según algunos estudios, los constructores aprovecharon una torre de defensa medieval que había en el lugar, que debía ser de los siglos XI o XII. A partir de esta torre se comenzó a construir la masía, que muy probablemente ha llegado a nuestros días con alguna remodelación.
El último propietario de la masía fue el jardinero Sebastià Padrós. Al morir, su viuda vendió la casa a la constructora Sala Amat. Esta empresa intentó derribar la masía, pero el Ayuntamiento se lo prohibió e hizo que reconstruyeran los muros dañados. La empresa cumplió la orden, pero no respetó la tipología del edificio y empleó ladrillo moderno. El Ayuntamiento la expropió en 1985. Desde entonces permanece en estado de abandono, a la espera de la redacción de un proyecto de rehabilitación y de la definición de un plan de usos.