Un parque dedicado a la naturaleza

Muy cerca de la estación de Sants, se abre uno de los espacios naturales más sorprendentes de la ciudad: el parque de la Espanya Industrial. De lejos llaman la atención las nueve torres-faro, que sobresalen imponentes y actúan como reclamo. El parque se extiende a lo largo de una explanada con graderías, que conducen a un gran lago artificial, donde una estatua de Neptuno, realizada por Manuel Fluxà, custodia el agua, uno de los cuatro elementos en los que está inspirado el recinto, junto con la tierra, el fuego y el aire. Un dragón grandioso, obra del escultor vasco Andrés Nagel, vigila el recinto e invita a grandes y pequeños a subirse encima del lomo para divertirse mientras contemplan el entorno. Más allá, los sauces, las encinas, los plátanos y los cipreses hacen del parque un espacio bucólico ideal para leer, hacer un picnic o sencillamente descansar.

Aprovechar el pasado

Diseñado por los arquitectos Luis Peña Ganchegui, Antón Pagola y Montserrat Ruiz en el año 1985, el parquees un espacio moderno que ocupa los terrenos que antiguamente pertenecían a la primera sociedad algodonera del Estado español: la España Industrial, de la que el parque toma el nombre. La fábrica que había en aquel espacio desde mediados de siglo XIX, conocida popularmente como El Vapor Nou, tuvo una gran importancia en el barrio, ya que llegó a dar trabajo a 2.500 personas en el año 1880 y estuvo en funcionamiento hasta 1972. Algunas de las antiguas instalaciones de la fábrica sirven ahora como equipamientos sociales, como por ejemplo el punto de información juvenil de la Casa del Mig.