La basílica de la patrona de la ciudad

En 1687 la Virgen de la Mercè fue proclamada patrona de la ciudad. Su imagen, una talla gótica del siglo XIV, descansa sobre un trono de plata en el piso superior, que se puede visitar. Su fachada barroca de planta curvada es el único ejemplar de este estilo que hay en la ciudad. En la fachada lateral que da a la calle Ample, está incrustada la antigua fachada gótica de estilo flamígero de la iglesia de Sant Miquel, derribada hacia el año 1870. De hecho, la calle de la Carabassa, una de las más bonitas de los alrededores, ofrece una vista privilegiada a este lado de la basílica: su lado gótico coronado por la cúpula con una inmensa figura de la virgen.

El antiguo Convent de la Mercè

La fachada derecha de la basílica se une al antiguo Convent de la Mercè, ahora el edificio de la Capitanía General, por un bonito puente que cruza la calle de Mercè. El interior de la iglesia es típicamente barroco, con una sola nave y capillas laterales.