Discurriendo por un tramo de la falda de la colina de Sant Pere Màrtir (muy identificable por las instalaciones del repetidor que se encuentra en su cima), el camino de Finestrelles es un pequeño paseo que rodea la parte alta del barrio de la Mercè desde la avenida de Pearson hasta el Hospital de Sant Joan de Déu, en Esplugues de Llobregat. Su recorrido es paralelo a la carretera de las Aigües, pero a una cota más baja, cosa que lo hace más accesible. Pasear por él permite descubrir algunas vistas curiosas de la ciudad, como por ejemplo el peculiar Parque de Cervantes, u observar el crecimiento de la urbe, que ha llegado hasta núcleos bien alejados del centro, como el presidido por el Monasterio de Pedralbes. Y mucho más aún desde el mirador que hay delante del gran depósito de agua, una estructura rectangular de cemento que, por más que tenga un color mimetizado con su entorno, se puede divisar desde cualquier punto de la ciudad. Desde allí, la ciudad empequeñece, ya que el campo visual llega desde Badalona hasta Castelldefels, y se pueden identificar con gran facilidad puntos estratégicos como el aeropuerto de El Prat, el Camp Nou, la montaña olímpica de Montjuïc y el moderno núcleo de Diagonal Mar.