Un espacio con muchas caras

Edificio ecléctico por antonomasia, el Palau del Baró de Quadras sigue diferentes estilos arquitectónicos tanto en el exterior como en el interior. Diseñado por el arquitecto Josep Puig i Cadafalch entre los años 1902 y 1903, es uno de los edificios más bonitos que se pueden encontrar en la avenida Diagonal.

Reformas radicales

El barón Manuel de Quadras encargó al arquitecto Puig i Cadafalch la reforma de un antiguo bloque de pisos: el arquitecto llevó a cabo una reforma integral. La fachada principal sigue un estilo plateresco que recuerda a los edificios góticos del norte de Europa, donde pueden verse flores, escudos heráldicos y esculturas de estilo medieval, trabajo escultórico de Eusebi Arnau y Alfons Juyol.

La fachada de atrás, que mira a la calle del Rosselló, está dominada por la estética del secesionismo vienés, mucho más estilizada y abstracta, próxima al modernismo.

El interior del palacio, que actualmente acoge el Instituto Ramon Llull, está dominado por el eclecticismo: se pueden observar estilos tan dispares como el modernismo, el neogótico y el neoárabe.